En el juicio final, los hombres no serán condenados porque creyeron concienzudamente una mentira, sino porque no creyeron la verdad.
Ni aún la verdad debe decirse apasionada o impacientemente.
La verdad es impopular.
Los errores pueden ser muy antiguos, pero los años no hacen del error verdad, ni de la verdad error.
No consintáis más en escuchar la perversión de la verdad sin protestar.
Vea cada uno si al contender por la verdad, si al debatir acerca de la teoría, no ha perdido el tierno amor de Cristo.
Aun la verdad no puede ser presentada en su totalidad a las mentes que no tienen la preparación espiritual para recibirla.
La verdad estará continuamente desarrollándose, se irá expandiendo y desenvolviendo, porque es divina como su Autor.
La mejor forma de tratar con el error es presentar la verdad.
Todos los que son leales a Dios y a la verdad deben mantenerse firmemente de parte de lo correcto porque es correcto. Juntarse con los que no son consagrados, y aún ser leales a la verdad, es sencillamente imposible. No podemos unirnos con los que se complacen a sí mismos, que se ocupan de planes mundanales, sin perder nuestra relación con el Consejero celestial. Podemos recuperarnos de la trampa del enemigo, pero quedamos lastimados y heridos, y se ha empequeñecido nuestra vida espiritual.
Hay gloriosas verdades que han de venir delante del pueblo de Dios. Hay privilegios y deberes que ni siquiera sospechan que están en la Biblia, pero que serán abiertas delante de ellos. Si siguen en el camino de la obediencia y la humildad, haciendo su voluntad, entonces conocerán más y más de los oráculos de Dios.
"Todavía hay mucha verdad preciosa para ser revelada al pueblo en este tiempo de peligros y tinieblas, pero es el propósito determinado de Satanás impedir que los rayos de luz de la verdad penetren en el corazón de los hombres. Si queremos tener la luz que ha sido provista para nosotros, debemos manifestar el deseo que tenemos de ella por un diligente escudriñamiento de la Palabra de Dios. Verdades preciosas, por largo tiempo ocultas, han de ser reveladas de una manera que pondrá de manifiesto su sagrado valor; porque Dios glorificará su palabra para que aparezca en una forma en que nunca antes la hayamos visto."
Nadie llegue a la conclusión de que no hay más verdad para ser revelada. El que busca la verdad con diligencia y oración hallará preciosos rayos de luz que aún han de resplandecer de la Palabra de Dios.
"... Cuando el Señor tiene luz para su pueblo, no es de esperar que Satanás se quede tranquilo, sin hacer esfuerzos para impedirles que la reciban. El obrará en las mentes para excitar desconfianza, celos e incredulidad. Tengamos cuidado de no rechazar la luz que Dios envía porque no viene de una manera que nos agrade. No rechacemos la bendición de Dios por no conocer el tiempo de nuestra visitación. Si hay quienes no ven ni aceptan la luz ellos mismos, no estorben el camino de los demás. No se diga de este pueblo altamente favorecido, como se dijo de los judíos cuando les fue predicada la buena nueva del reino: "Vosotros mismos no entrasteis, y a los que entraban impedisteis."
El enemigo...ha sembrado firmemente en las mentes de los laicos y ministros la ficción de que no hay necesidad de más "verdades o de más luz"
Los que proclaman la verdad serán perseguidos.
La verdad de Dios es progresiva; va siempre en aumento, de fortaleza en fortaleza aún mayor, hacia una luz mayor. (…) Ha habido una gran pérdida, debido a que nuestros pastores y nuestro pueblo han llegado a la conclusión de que ya hemos recibido toda la verdad que nos era esencial como pueblo; pero una conclusión tal es errónea, y armoniza con los engaños de Satanás, ya que la verdad se estará desplegando constantemente.
El decir que un pasaje significa justamente tal cosa, y nada más que eso; que no se debe atribuir ningún significado más amplio a las palabras de Cristo del que teníamos en el pasado, es decir algo que no proviene del Espíritu de Dios. (…) La verdad, tal cual es en Jesús, es susceptible de expansión constante, …
Nosotros no debemos pensar, bueno tenemos toda la verdad…La verdad es una verdad progresiva…
No deberíamos mirar con sospecha a ninguna nueva luz que Dios pueda mandar y decir, verdaderamente, nosotros no necesitamos más luz que la luz antigua que hasta aquí hemos recibido, y en la cual estamos fijos.
Estamos en terreno peligroso cuando no podemos unirnos como cristianos y examinar cortésmente los puntos controvertidos. (…) Los que no pueden examinar imparcialmente las evidencias de una posición que difiera de la suya, no son idóneos para enseñar en departamento alguno de la causa de Dios.
Si continuáis encontrando faltas y teniendo un espíritu de desavenencia, nunca conoceréis la verdad.
La verdad nunca hace a las mujeres o a los hombres ásperos, duros o incorrectos.
Si alguna vez llegamos a conocer la verdad, será porque la habremos practicado. Debemos tener experiencia viva en las cosas de Dios, antes de poder comprender su Palabra.
Son muchas las preciosas verdades que contiene la Palabra de Dios, pero es "la verdad presente" lo que el rebaño necesita.
Declarar la verdad audazmente, pero con amor.
Tenemos la verdad que, cuando sea proclamada, traerá la crisis a la historia de este mundo.
El Predicador no debe pensar que se ha de decir toda la verdad a los incrédulos en toda ocasión.
Dios se propone que, aun en esta vida, la verdad se revele de continuo a su pueblo.
No importa por medio de quién sea enviada la verdad, debemos abrir nuestros corazones para recibirla con la mansedumbre de Cristo.
No debemos pensar ni por un momento que no hay más luz, ni más verdad para sernos reveladas.
Muchas veces, cuando tratéis de presentar la verdad, se levantará oposición; pero si tratáis de hacer frente a la oposición con discusiones, no haréis más que multiplicarla, y eso es algo que no podéis permitiros.
La mina de la verdad no se agota nunca. Cuanto más escudriñéis las Escrituras con corazón humilde, tanto mayor será vuestro interés…
La verdad debe ser dicha, ya sea que los hombres quieran escucharla o pasarla por alto.
Los que poseen la verdad como ha sido revelada por Jesús, no deben aprobar ni aun con silencio la obra del ministerio de iniquidad. Jamás dejen de dar la nota de alarma. . . No hay que ocultar la verdad, no hay que negarla ni disfrazarla, sino que hay que presentarla plenamente y proclamarla con osadía.
En la tierra renovada (…) surgirán (…) nuevas verdades que comprender.
Al acercamos al fin del tiempo, la falsedad estará tan mezclada con la verdad, que sólo aquellos que son guiados por el Espíritu Santo podrán distinguir la verdad del error.
En cada época hay un nuevo desarrollo de la verdad, un mensaje de Dios al pueblo de esa generación.
Una luz preciosa ha de resplandecer de la Palabra de Dios, y no se atreva nadie a decir qué cosa debe o qué cosa no debe ser expuesta al pueblo en los mensajes de iluminación que él envíe, apagando así el Espíritu de Dios.
No es indispensable presentar la verdad completa en todas las ocasiones, pero nunca diga una mentira.
Debemos estar preparados para aceptar la luz de Dios, sin importar cual sea su origen, en vez de rechazarla por el hecho de que no venga a través del canal por el cual la esperábamos.
La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se vendan ni se compren; hombres que sean sinceros y honrados en los más íntimo de sus almas; hombres que no teman dar al pecado el nombre que le corresponde; hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como la brújula al polo; hombres que se mantengan de parte de la verdad, aunque se desplomen los cielos.
La verdad puede avergonzarse de nosotros porque nuestro proceder no esté en armonía con sus principios puros, pero jamás debemos avergonzarnos de la verdad.
Ni siquiera la verdad debe hablarse en todo tiempo. Hay tiempos y oportunidades convenientes para hablar, cuando las palabras no ofenderán.
No es el momento de encubrir la verdad. Deben hacerse declaraciones positivas. La verdad debe ser expuesta sin disfraz en folletos y libritos, y éstos deben esparcirse como caen las hojas de los árboles en el otoño....
Es un grave error de parte de aquellos que son los hijos de Dios buscar edificar un puente a través de la distancia que separa a los hijos de la luz de los hijos de las tinieblas, cediendo a principios y comprometiendo la verdad.
Así como en los primeros siglos, las verdades especiales para este tiempo se hallan, no en posesión de las autoridades eclesiásticas, sino de los hombres y las mujeres que no son demasiado sabios o instruidos para creer en la palabra de Dios.
Cristo no reveló muchas cosas que eran ciertas, porque habrían creado diferencia de opinión y disputas.
Que ninguno sienta que conocemos toda la verdad que la Biblia proclama.
La verdad de Dios es progresiva; va siempre en aumento, de fortaleza en fortaleza aún mayor, y hacia una luz mayor. (...) Ha habido una gran pérdida debido a que nuestros pastores y nuestro pueblo han llegado a la conclusión de que ya hemos recibido toda la verdad que nos era esencial como pueblo; pero una conclusión tal es errónea, y armoniza con los engaños de Satanás, ya que la verdad se estará desplegando constantemente.
El espíritu de quienes reciben la verdad debiera ser el mismo del que es el autor de la verdad.
Hemos de orar por iluminación divina, pero al mismo tiempo deberíamos ser cuidadosos en cuanto a cómo recibimos todo lo que se llama nueva luz. Debemos estar vigilantes, no sea que, bajo la excusa de buscar nuevas verdades, Satanás desvíe nuestras mentes de Cristo y de las verdades especiales para este tiempo. Se me ha mostrado que es una artimaña del enemigo conducir las mentes para que se detengan en puntos oscuros, sin importancia, que no han sido plenamente revelados o que no son esenciales para nuestra salvación. Esto se transforma en un tema absorbente, la “verdad presente”, cuando todas sus investigaciones y suposiciones sólo sirven para oscurecer más que antes el tema y confundir las mentes de algunos que deberían estar buscando la unidad por medio de la santificación de la verdad.
“La mejor manera de exponer el error es presentar las evidencias de la verdad.”