Pregunté cuál era el significado del zarandeo que yo había visto, y se me mostró que lo motivaría el testimonio directo que exige el consejo que el Testigo fiel dio a la iglesia de Laodicea. Moverá este consejo el corazón de quien lo reciba y le inducirá a exaltar el estandarte y a difundir la recta verdad. Algunos no soportarán este testimonio directo, sino que se levantarán contra él, y esto es lo que causará un zarandeo en el pueblo de Dios. Vi que el testimonio del Testigo fiel había sido escuchado tan sólo a medias. El solemne testimonio del cual depende el destino de la iglesia se tuvo en poca estima, cuando no se lo menospreció por completo. Ese testimonio ha de mover a profundo arrepentimiento. Todos los que lo reciban sinceramente lo obedecerán y quedarán purificados.
Vi que el testimonio que se dio a la iglesia de Laodicea también se aplica al pueblo de Dios actual, y que la razón por la cual no ha podido efectuar una obra mayor es por la dureza de los corazones.
Cuando las iglesias son dejadas en la inactividad, Satanás cuida de que estén templadas.
Se me mostró que el testimonio directo debe subsistir en la iglesia. Sólo esto responderá al mensaje de los laodicenses. Deben reprocharse los errores, el pecado debe llamarse pecado, y la iniquidad debe enfrentarse presta y decididamente, y ser desechada de entre nosotros como pueblo.
Si no os arrepentís celosamente, estarán entre los que están representados por Laodicea, que serán vomitados.
Cuando la iglesia despierte a la comprensión de lo que debe hacerse en nuestro mundo, los miembros tendrán afán por las almas de los que no conocen a Dios y que, en su ignorancia espiritual, no pueden comprender la verdad para este tiempo.
Ha de darse el mensaje de Laodicea a fin de despertar a una iglesia somnolienta.
El objetivo de Satanás se cumple tan ciertamente cuando los hombres se adelantan a Cristo y realizan la obra que él nunca les confió, como cuando permanecen en la condición propia de los de Laodicea.
“El Testigo fiel dice de una iglesia fría, sin vida y sin Cristo…”
El esfuerzo de Satanás ha sido corromper el mensaje (a Laodicea) y destruir su influencia.
El mensaje a Laodicea (…) La justificación por la fe y la justicia de Cristo.
Los ministros de Dios están simbolizados por las siete estrellas..."
Vi que algunos volverán gustosamente. Otros no permitirán que el mensaje a la Iglesia de Laodicea los afecte. Seguirán actuando más o menos como antes, y la boca del Señor los vomitará. Unicamente aquellos que se arrepientan celosamente recibirán el favor de Dios.
Algunos se están poniendo orgullosos y engreídos, y no tienen verdadera preocupación por la obra. El testigo fiel dice a estos ministros: "Sé pues celoso y arrepiéntete." (Apoc.3:19) Algunos de ellos se enorgullecen tanto que son realmente un estorbo y una maldición para las preciosas causa de Dios.
“Dios probará a los suyos. Jesús los soporta pacientemente, y no los vomita de su boca en un momento. Dijo el ángel: "Dios está pesando a su pueblo." Si el mensaje hubiese sido de corta duración, como muchos de nosotros suponíamos, no habría habido tiempo para desarrollar el carácter. Muchos actuaron por sentimientos, no por principios y fe, y este mensaje solemne y temible, los conmovió. Obró sobre sus sentimientos y excitó sus temores, pero no realizó la obra que Dios quería que realizase. Dios lee el corazón. Porque sus hijos no se engañen a sí mismos, les da tiempo para que pase la excitación; luego los prueba para ver si quieren obedecer el consejo del Testigo fiel. Dios conduce a su pueblo paso a paso. Coloca a sus seguidores en diferentes situaciones a fin de que se manifieste lo que hay en el corazón. Algunos soportan ciertas pruebas, pero fracasan en otras. A medida que se avanza en este proceso, el corazón es probado un poco más severamente. Si los que profesan ser hijos de Dios, encuentran que su corazón se opone a esta obra directa, deben convencerse de que tienen que hacer algo para vencer, si no quieren ser vomitados de la boca del Señor. Dijo el ángel: "Dios irá probando cada vez más de cerca a cada uno de sus hijos. Algunos están dispuestos a aceptar un punto; pero cuando Dios los prueba en otro, lo rehúyen y retroceden, porque hiere directamente algún ídolo suyo. Así tienen oportunidad de ver lo que hay en su corazón que los aísla de Jesús. Hay algo que aprecian más que la verdad y su corazón no está preparado para recibir a Jesús. Los individuos 66 son probados durante cierto tiempo para ver si quieren sacrificar sus ídolos y escuchar el consejo del Testigo fiel. Si alguno no quiere ser purificado por la obediencia de la verdad, y vencer su egoísmo, su orgullo y malas pasiones, los ángeles de Dios reciben este encargo: "Se han unido a sus ídolos, dejadlos," y prosiguen con su obra, dejando en manos de los malos ángeles a aquellos que no han subyugado sus rasgos pecaminosos. Los que resisten en cada punto, que soportan cada prueba y vencen, a cualquier precio que sea, han escuchado el consejo del Testigo fiel y recibirán la lluvia tardía, y estarán preparados para la traslación....”
Si pudiese descorrerse el telón, y pudieseis discernir los propósitos de Dios y los juicios que están por caer sobre un mundo condenado, si pudieseis ver vuestra propia actitud, temeríais y temblaríais por vuestras propias almas y por las almas de vuestros semejantes. Haríais ascender al cielo fervientes oraciones con corazón angustiado. Lloraríais entre el pórtico y el altar, confesando vuestra ceguera espiritual y apostasía.