Organización

Si no vemos la necesidad de acción armoniosa, y somos desordenados, indisciplinados y desorganizados en nuestras acciones, los ángeles, que están cabalmente organizados y se mueven en perfecto orden, no pueden trabajar con éxito por nosotros. Se alejan llenos de tristeza, porque no están autorizados a bendecir la confusión, la distracción y la desorganización.

Testimonios, Tomo 1, 562

No podemos entrar en una nueva organización, porque esto significaría apartarnos de la verdad.

Mensajes Selectos, p.449; Maranata, 201

Es la voluntad de Dios que todas las partes de su servicio de culto se lleven a cabo en forma ordenada y decorosa, porque así se influirá tanto sobre los visitantes como los asistentes habituales con el carácter elevado y ennoblecedor de la verdad y con su poder para limpiar el corazón. En su providencia, Dios causa impresiones sobre la gente para que asista a nuestras reuniones evangelizadoras y a los servicios de culto de la iglesia. Algunos van por curiosidad y otros para criticar o ridiculizar. Con frecuencia adquieren la convicción de que son pecadores. La Palabra hablada con amor realiza una impresión perdurable sobre ellos. Con cuánto cuidado, entonces, hay que dirigir esas reuniones.

Evangelismo, 155

En la vida del verdadero cristiano el adorno exterior estará siempre en armonía con la paz y santidad interiores.

Hechos de los Apóstoles, 417

Dios es un Dios de orden. Todo lo que se relaciona con el cielo está en orden perfecto; la sumisión y una disciplina cabal distinguen los movimientos de la hueste angélica. El éxito sólo puede acompañar al orden y a la acción armónica.

Patriarcas y Profetas, 393

Los discípulos habían quedado muy desilusionados de que Jesús no se había esforzado por conseguir la cooperación de los dirigentes de Israel. Les parecía que era un error no fortalecer su causa obteniendo el apoyo de esos hombres influyentes.

Deseado Todas Gentes, 260

Cuando la bandera de la verdad no es honrada ya más en la institución, el Señor retirará de la institución su poder.

Manuscritos Liberados, Tomo 1, p.225