En el Templo Viviente se hace la aseveración de que Dios está en la flor, en la hoja y en el pecador. Pero Dios no vive en el pecador. La Palabra declara que El habita sólo en los corazones de aquellos que lo aman y hacen lo correcto. Dios no mora en el corazón del pecador; es el enemigo el que habita allí.
(Sermones y Conversaciónes, tomo 1, 343.1)

No podemos rendir supremo amor y honor a Dios si no reconocemos al Espíritu Santo a quien Dios envía. El Espíritu Santo representa a Jesucristo.
(Manuscript Releases, tomo 2, 38) (Escrito cuando surgió la teoría del panteísmo. El panteísmo negaba la existencia del E.S.)

Sabía que debía advertir a nuestros hermanos y hermanas de no entrar en controversia sobre la presencia y la personalidad de Dios.
(Testimonios Especiales, tomo B02, 53.29