Satanás procura mantener al pueblo de Dios en un estado de inactividad, e impedirle que desempeñe su parte en la difusión de la verdad.
La falta de actividad y fervor en la causa de Dios es espantosa. Este estupor proviene de Satanás.
Cuando las iglesias son dejadas en la inactividad, Satanás cuida de que estén templadas.
Las acciones hablan en más alta voz que las palabras.
El cristianismo es siempre intensamente práctico.
Los guardianes del templo que fueron enviados para prender a Jesús informaron:
"Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre". Pero la razón de ello era que nunca hombre alguno había vivido como ese Hombre; porque si así no hubiera vivido, no podía haber hablado como habló.