Sin ejercicio físico nadie puede tener una constitución sana ni una salud vigorosa.
La salud no puede conservarse a menos que una parte de cada día se dedique al esfuerzo muscular al aire libre.
El ejercicio físico es una bendición preciosa para superar tanto las molestias mentales como físicas.
El ejercicio ayuda a la digestión. (…) El estómago enfermo se aliviará con el ejercicio.