Familia

Muchos continúan siendo probados como lo fue Abrahán. No oyen la voz de Dios hablándoles directamente desde el cielo; pero, en cambio, son llamados mediante las enseñanzas de su Palabra y los acontecimientos de su providencia. Se les puede pedir que abandonen una carrera que promete riquezas y honores, que dejen afables y provechosas amistades, y que se separen de sus parientes, para entrar en lo que parezca ser sólo un sendero de abnegación, trabajos y sacrificios. Dios tiene una obra para ellos; pero una vida fácil y la influencia de las amistades y los parientes impediría el desarrollo de los rasgos esenciales para su realización. Los llama para que se aparten de las influencias y los auxilios humanos, y les hace sentir la necesidad de su ayuda, y de depender sólo de Dios, para que él mismo pueda revelarse a ellos. ¿Quién está listo para renunciar a los planes que ha abrigado y a las relaciones familiares en cuanto le llame la Providencia?

Patriarcas y Profetas, 119

Al elegir un sitio para vivir, Dios quiere que consideremos ante todo las influencias morales y religiosas que nos rodearan a nosotros y a nuestras familias.... Si nos colocamos voluntariamente en un ambiente mundano e incrédulo, desagradamos a Dios, y ahuyentamos a los ángeles de nuestras casas.

Patriarcas y Profetas, 166

La separación de Jacob y Esaú se verificó de acuerdo con el propósito de Dios respecto a Jacob. Como los hermanos se diferenciaban tanto en su religión, para ellos era mejor morar aparte.

Patriarcas y Profetas, 207

En la vida del verdadero cristiano el adorno exterior estará siempre en armonía con la paz y santidad interiores.

Hechos de los Apóstoles, 417

Cuando Jesús invitó a Pedro y sus compañeros a seguirle, ellos dejaron inmediatamente sus botes y sus redes. Algunos de estos discípulos tenían personas amadas que dependían de ellos para su sostén; pero cuando recibieron la invitación del Salvador, no vacilaron ni le preguntaron: ¿Cómo viviré y sostendré mi familia? Fueron obedientes al llamado, y cuando más tarde Jesús les preguntó: "Cuando os envié sin bolsa, y sin alforja, y sin zapatos, ¿os faltó algo?" pudieron contestar: “Nada.”

Obreros Evangélicos, 118-119

Muchos de aquellos a quienes el Señor podría emplear no quieren oír ni obedecer su voz por encima de todas las demás. La parentela y los amigos, los hábitos y asociaciones anteriores, tienen tan fuerte influencia sobre ellos que Dios puede darles tan sólo poca instrucción, puede comunicarles tan sólo poco conocimiento de sus propósitos. El Señor haría mucho más por sus siervos si ellos se consagrasen completamente a él, y pusiesen su servicio por encima de los vínculos de parentesco y todas las otras relaciones terrenas.

Obreros Evangélicos, 119

En extenso grado, la felicidad de los hombres y mujeres y el éxito de la iglesia dependen de la influencia ejercida en el hogar.

Obreros Evangélicos, 215

El predicador que permita que sus hijos se críen indisciplinados y desobedientes, encontrará que la influencia de sus labores en el púlpito queda contrarrestada por la conducta indigna de sus hijos. El que no pueda gobernar los miembros, de su propia familia, no podrá mostrar debidamente en favor de la iglesia de Dios, ni preservarla de la contención y controversia.

Obreros Evangélicos, 216

Todos debieran interesarse en sus parientes, pero no limitarse a ellos como si fueran los únicos a quienes Jesús vino a salvar.

Testimonios, Tomo 2, 71

Es peligroso para los que desean honrar a Dios encontrar placer y entretenimiento en la compañía de los que no lo temen.

Testimonios, Tomo 2, 200

Después de haber aceptado la verdad, no debiéramos unirnos con aquellos que se oponen a ella, ni en ninguna manera tampoco colocarnos donde se nos haga difícil vivir nuestra fe;

Testimonios, Tomo 5, 171

Pocos comprenden la importancia que tiene el rehuir, hasta donde sea posible, todas las compañías que no favorecen la vida religiosa.

Testimonios, Tomo 5, 215

Si la religión debe influir en la sociedad, debe primero influir en el círculo del hogar.

Review & Herald, 4 mayo, 1886

No podemos servir a Dios y al mundo al mismo tiempo. No debemos concentrar nuestros afectos en los familiares mundanos, que no tienen ningún deseo de conocer la verdad. (…) Debemos manifestar la verdad en todas nuestras relaciones con ellos. Si no podemos hacerlo, mientras menos nos asociemos con ellos, mejor será para nuestra espiritualidad.

Testimonios, Tomo 5, 513

La primera obra que debe hacerse en un hogar cristiano es asegurarse de que el Espíritu de Cristo more allí.

El Hogar Cristiano, 12,15

La mayor evidencia del poder del cristianismo que se pueda presentar al mundo es una familia bien ordenada y disciplinada…La mejor prueba del cristianismo en un hogar es la clase de carácter engendrada por su influencia.

El Hogar Cristiano, 26

No es el mejor plan para los hijos, que una, dos o tres familias vinculadas por matrimonios se establezcan a pocos kilómetros la una de la otra. La influencia no es buena sobre las familias. Los asuntos de una son los asuntos de todas. Las perplejidades y problemas que cada familia debe experimentar en mayor o menor grado y que, en la medida de lo posible, debieran conservarse dentro del círculo familiar, se extienden a las conexiones familiares.

Testimonios, Tomo 3, 64

Todas las familias serían mucho más felices si estuvieran separadas y se visitaran ocasionalmente, su influencia mutua sería diez veces mayor.

Testimonios, Tomo 3, 65

La mayor prueba del poder del cristianismo que podemos presentar ante el mundo es una familia ordenada y bien disciplinada.

Testimonios para la Iglesia 4, 299

Si los padres quieren ver un estado de cosas diferente en su familia, que se consagren plenamente a Dios y el Señor proporcionará caminos y medios mediante los cuales pueda ocurrir una transformación en sus hogares.

Conducción del Niño, 158

El secreto de la verdadera unidad…la unión en Cristo.

El Hogar Adventista, 158

La pureza y la integridad de nuestra vida religiosa dependen no sólo de la verdad que aceptamos, sino de la compañía en que andamos, y de la atmósfera moral que respiramos. La fe, la elasticidad y el vigor, la esperanza, el gozo, la duda y los temores, la pereza, la estupidez, la envidia, los celos, la desconfianza, el egoísmo, la indocilidad y la apostasía son el resultado de las asociaciones que formamos, de la compañía en que andamos, y del aire que respiramos. El formar asociaciones incorrectas producirá resultados desdichados. ... Es posible leer la Biblia y ofrecer oraciones, y sin embargo no habrá un aumento de la salud espiritual, no habrá un crecimiento del alma, mientras esté contaminado el aire que se respira. ... Los creyentes debieran ejercer el mayor cuidado para colocarse en estrecha relación con Dios y con aquellos que han sido enseñados por Dios. Resulta doloroso ver a aquellos que han creído la verdad presente caer en las redes de Satanás. ...

Nuestra Elevada Vocación, 257

Juntarse con los que no son consagrados, y a la vez ser leales a la verdad, es sencillamente imposible. No podemos unirnos con los que se complacen a sí mismos, que se ocupan de planes mundanales, sin perder nuestra relación con el Consejero celestial. Podemos recuperarnos de la trampa del enemigo, pero quedamos lastimados y heridos, y se ha empequeñecido nuestra vida espiritual.

CBA 5, 1062; RH 19-4-1898