Las enseñanzas de Jesús no siempre se adecuaron a las de los dirigentes judíos. De hecho, en algunas ocasiones, Jesús actuaba en contra de las costumbres de la época:
a) Recoger trigo en sábado
b) Sanar en sábado
c) No ayunar regularmente.
Por eso Jesús dijo: “Tened cuidado, guardaos de la levadura de los fariseos y de los saduceos”. (Mt. 16:6) “Entonces entendieron que no les había dicho que se guardasen de la levadura del pan, sino de la doctrina de los fariseos y de los saduceos.” (Mt. 16:12)
El problema de la levadura está en que fermenta (descompone) los alimentos para transformarlos en otros. La levadura de los fariseos y los saduceos fermentaba los corazones de los hombres sinceros y los alejaban de Dios.
Algunos utilizan vino fermentado para la Pascua porque era costumbres de los judíos. Pero muchas de las costumbres de los judíos estaban totalmente desprovistas de amor. Si el mismo Jesús trató de desarraigar esas “pesadas cargas”, que absurdo sería que nosotros las volvamos a tomar.
A pesar de eso, el Talmud Babilónico y el Talmud de Jerusalem contemplan la posibilidad de que se use vino fermentado para la celebración de la Pascua. Por otra parte, estos y otros comentarios judíos no dan preferencia al vino fermentado.
La Enciclopedia Judaica es el mayor compendio que se ha hecho de la cultura judía. Es la referencia por excelencia de todo judío. Si buscamos el término “Jesús” descubrimos que al hacer referencia a la Cena Pascual dice que el vino que uso era vino sin fermentar. Esto debiera ser suficiente para que cualquier cristiano sincero dejara de utilizar vino fermentado.
No obstante, aún hay más información que corrobora lo hasta ahora dicho. En toda la Mishnah (comentario judío de la Torá), no hay ni una sola referencia al vino fermentado.
El reconocido rabino del siglo XIX y editor de “El Mensajero Judío” S.M. Isaac escribió:
“Los judíos NO utilizan NUNCA ningún tipo de bebida fermentada en sus fiestas de carácter religioso.”
Los sacrificios en el tabernáculo del desierto debían ser sin levadura. (Lev. 2:11; Lev 6:17; Exo 29:2; Num 6:15) Ello anticipiba un sacrificio mucho más puro, en el cual no habría descomposición por el pecado.
La fiesta de la Pascua no permitía nada fermentado. (Exo.12:15) De hecho, los judíos consideraban la levadura como símbolo de pecado. La levadura descompone la harina. El pecado descompone a los hombres. La muerte es una descomposición muy lenta. Sin pecado, no se habría dado esa descomposición. No hay razón para pensar que Jesús que vino a cumplir la ley (Mt. 5:17) violó la prohibición de usar algo fermentado durante la Pascua. Y menos aún, podemos utilizar el vino fermentado en el que ha habido una descomposición para simbolizar la sangre pura y sin pecado de Jesucristo.
Es difícil imaginar que Jesús usara vino fermentado para simbolizar su sangre pura. También es difícil imaginar a Jesús bendiciendo una bebida con alcohol que hoy sabemos es perjudicial para nuestro organismo. Jesús hubiera actuado en contra de su propia palabra. (Prov. 23:31)
Según el Talmud, en la Pascua se servían cuatro copas a cada persona. Los eruditos creen que “La copa de bendición.” (1ª Cor.10:16) era la tercera de las copas. Las copas en aquel tiempo tenían una capacidad aproximada de 325 ml. Por lo tanto, si multiplicamos 325 ml por 4 tenemos en total 1300 ml. Cualquier persona no acostumbrada al alcohol puede embriagarse con esta cantidad. Jesucristo dijo que todos sus seguidores deben tomar parte de la cena. Pero hay personas que cualquier cantidad de alcohol les es muy perjudicial. Es el caso de las personas con cirrosis o hepatitis. A otros, la más mínima cantidad de alcohol les estimula de tal como que no pueden evitar emborracharse.
Todo lo expuesto es suficiente como para tener la plena seguridad de que de ningún modo Jesús utilizó el vino fermentado en la Cena Pascual.
Juan Torrontegui
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Precisamente, 1ª Co. 11:21 es un ejemplo que nunca debiéramos imitar. Los moderacionistas han encontrado en este texto una prueba de que lo que Pablo estaba reprovando es el exceso en el uso del alcohol. Para entender ese versículo se debe estudiar su contexto, porque sino el texto se convierte en un pretexto. Los primeros cristianos tenían la costumbre de celebrar antes de la Cena Pascual lo que ellos llamaban una comida de camaradería o ágape. Cada uno llevaba algún alimento y luego se compartía. En algunas iglesias aún se hace hoy en día. Los corintios, rememorando sus largas fiestas en homenaje a sus falsos dioses, empezaron a utilizar esa comida de camaradería ANTES de la Cena Pascual para hacer de ella una comilona. El problema que el ágape dejó de serlo ya que los ricos dejaron de compartir su comida con los pobres y los pobres se veían relegados. Por ello, la iglesia en vez de ser un lugar de camaradería se convirtió en un lugar de diferencias sociales. Esto hizo que Pablo dijera que para llenarse el estómago era mejor hacerlo en casa. EL Ágape y la Cena Pascual llegaron a ser una misma cosa y a ello le siguió “lo peor”. Según Pablo: “esto no es comer la cena del Señor.”
1ª Cor 11:20. Todo lo que estaban haciendo los corintios era impropio e irregular y una práctica local irregular nunca puede ser indicativo de que eso se hiciera de forma generalizada en la Iglesia Primitiva.
Además, la palabra methuo (embriagar) No siempre significa emborracharse. El contexto determina su significado exacto. En este caso se utiliza methuei en contraposición a peina (hambriento) por lo que se requiere que el verbo se entienda por saciado (tener lleno el estómago.)
Lingüistas como Leon C. Field, Newcome, Bloomfield, Clarke, Bengel, Lightfoot, Stanley y otros consideran que la idea es estar vacío en contraposición a estar lleno o saciado. Clemente de Alejandría un siglo después de haberse escrito el texto comentaba que Pablo en ese texto habla de comida y no de bebida por lo que apoya lo anteriormente dicho.
Al final del capítulo 11, en los versículos 33,34., Pablo resume y concluye de hablar del problema. Y hace referencia a la comida, pero no dice nada de la bebida porque la bebida NO era el problema.
Si hubiera sido el caso de que algunos se hubieran embriagado, Pablo debiera haber ordenado separarse de esos hermanos, aunque no lo hace. (1ªCor 5:11) En cambio, les dice “Ya habéis sido lavados…santificados…y justificados.” (1ª Cor. 6:11) Dudo mucho que Pablo hubiera utilizado esos términos para referirse también a los supuestos borrachos.
El contexto general de la fiesta de la Pascua es muy amplio y comienzaen el Exodo. El mensaje que te envié tiene en cuenta todo ese contexto y está en armonía con este texto de Corintios que muchas veces se ha interpretado mal. Lo que no es apropiado es utilizar un solo texto de la Biblia y contradecir todo el resto del contexto. Termino con un ejemplo:
La Biblia dice: “Dios no existe.” (Salmo 53:1) Si un ateo quiere aferrarse a ese texto para probar que Dios no existe habrá conseguido una buena excusa para sí mismo, pero estará contradiciendo todo el resto de revelación. La Biblia puede convertirse en un instrumento de nuestro gusto si hacemos de cada versículo una interpretación personal sin tener en cuenta todo su mensaje.