El pasado 8 de diciembre se celebró el 25 aniversario de la muerte de John Lennon en Nueva York. El que fuera cantante de “Los Beatles” se ha convertido ya en el símbolo de la paz para los movimientos pacifistas, especialmente por su canción “Imagine”. Lo que cabe preguntarse es: ¿De qué paz hablaba John Lennon? ¿De qué forma pretendía Lennon alcanzar la paz?
El movimiento “Nueva Era” proclama una paz mundial sin barreras y sin exclusiones. En sí mismo, este movimiento es una “ensaladilla rusa” de misticismo y orientalismo sazonada con una amplia variedad de drogas, y muy proclive a encontrar la solución a todos los problemas en el interior de uno mismo. Quizá el deseo del encuentro del yo en el interior de uno mismo es algo tan imposible, que hace que los adeptos de este movimiento hayan necesitado del uso de las drogas para intentarlo. No es casualidad que los comienzos de los movimientos orientales en los países occidentales coincidieran con el uso generalizado de las drogas entre los jóvenes de los años 60 y 70. El resultado de ello fue justo el contrario del que se proponía. En vez encontrar paz en el corazón, las generaciones encontraron destrucción y desesperanza. Por esa época, alguien quiso tomar prestado el símbolo más abajo que nada tiene que ver con la paz, y utilizarlo para el movimiento pacifista. De todos es sabido que John Lennon se unió al movimiento pacifista. El hacía referencia a no hacer la guerra sino la paz. Por ello, el día que se conmemoraba el 25 aniversario de su muerte se podía ver en su memorial de Central Park el siguiente símbolo:
Lo que pocos saben es que este símbolo ha sido usado durante siglos dentro del ocultismo para describir simbólicamente la destrucción del cristianismo. Todos saben que la cruz es el símbolo del cristianismo. Pocos saben que la cruz invertida es una forma de ridiculizar al cristianismo, una forma de mostrar su derrota. Por ello, la cruz invertida se usa en ritos espiritistas. Cuando se quiere iniciar a alguien en el ocultismo, se le hace tomar una cruz invertida y romper sus dos lados de tal forma que el resultado es una cruz rota. La cruz rota y boca abajo ha sido utilizada durante siglos como símbolo anticristiano, y es uno de los símbolos más infames que existen contra el cristianismo. Esa cruz rota es la que se tomó para identificar el movimiento pacifista. Observa ahora gráficamente la procedencia de ese símbolo:
¿Qué puede haber detrás del movimiento “pacifista” cuando se está utilizando un símbolo destructivo?
La clave para encontrar la respuesta nos la da la famosa canción “Imagine”. Si traducimos el contenido de la canción “Imagine” podemos descubrir que la letra de esa canción dice textualmente: “Imagínate que no hay cielo…ni tampoco religión.” Parece que la paz que proponía Lennon en su canción poco o nada tiene que ver para quienes creen que la única paz proviene de Jesucristo quien dijo a sus discípulos: “Vuestros nombres están escritos en los cielos.” (Lucas 10:20) y también les dijo: “Mi paz os doy” (Juan 14:27) Evidentemente, la paz de Lennon es diferente a la que propone el evangelio. ¿De qué paz hablaba entonces Lennon? La paz de la que habla Lennon, la Nueva Era y también los movimientos ecuménicos es “Paz a cualquier precio, aunque haya que terminar con los cristianos conservadores.” Eso es lo que está preparado para los auténticos cristianos que hayan alcanzado la verdadera paz en Jesucristo. Estos cristianos no querrán seguir los dictados de un plan de paz orquestado a nivel mundial para instaurar una aparente paz, pero que antecederá a la destrucción total del planeta. “Cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina.” (1ª Tesalonicenses 5:3)
Lennon buscó la paz en las drogas, en las filosofías orientales, en el sexo, e incluso en las experiencias paranormales. En una entrevista a Lennon publicada en 1980 describe como en ciertas ocasiones el pudo ver cosas que otras personas no podían ver. El declaraba: “Siempre estaba viendo cosas en un sentido alucinatorio.” Al preguntársele: ¿Pudiste encontrar otros con los que compartir tus visiones?, el responde: “Sólo con los muertos de los libros (…) La visión psíquica es una realidad para mi.” Yen la misma entrevista él declara: “Una parte de mi piensa que soy el Dios Eterno.”
Sin duda que no es la paz que cantaba Lennon en su “Imagine” la que puede hacer feliz al hombre. Es otra la paz que Lennon no encontró la única que puede conseguirlo.
Antes de que apresaran a Jesús para llevarlo a la cruz les dijo a sus discípulos: “Todas estas cosas os he hablado para que en mi tengáis paz.” (Juan 16:33) “No como la da el mundo.” (Juan 14:27) El mundo no ofrece nada para poder obtener paz. Todo lo que Jesús dijo y también todo lo que hizo por nosotros es lo único que puede darnos la verdadera paz.
Juan Torrontegui