La Palabra de Dios nos dice en el capítulo 12 de Apocalipsis que “Satanás engaña al mundo entero”. Viendo el momento y las circunstancias en las que estamos viviendo en este momento de la historia, esta declaración puede ser hoy más cierta que nunca para cualquier cristiano medianamente despierto.
Lo que aún no hemos comprendido los cristianos, es que Satanás además de engañar al mundo, está tratando de engañar a los pocos sinceros y auténticos cristianos que quedan en el planeta. Esperamos que el presente artículo pueda ayudar a algunos de ellos a aclarar algunos errores y engaños que se están introduciendo para que no sean confundidos por Satanás.
Por encima de todas las películas y libros de fantasía que nunca se han escrito o producido destaca la trilogía de “El Señor de Los Anillos”. Esta serie fue escrita por J.R.R. Tolkien y se publicó por primera vez en la década de 1950. Durante la década de los 60, cuando comenzó el movimiento rock, se vendieron cerca de 100 millones de libros.
Estos libros fueron los que dieron inicio a una revolución espiritual y una Nueva Era que abrió la puerta para que el espiritismo se extendiera a nivel mundial. Pero no ha sido hasta que la trilogía ha sido llevada hasta la gran pantalla, cuando “El Señor de los Anillos” se ha hecho popular a nivel mundial. Para poder entender el daño que esta película supone a quienes la observan, primero se deben comprender ciertas creencias de la brujería. La brujería es una práctica muy antigua y extendida, pero que siempre ha estado ocultada a la sociedad por su poca aceptación. Cada día más, lo que antes fueron prácticas encubiertas y desprestigiadas se han convertido en algo común para mucha gente.
El medio del que mejor se ha valido Satanás para introducir estas prácticas en la sociedad es el cine. Por ello, debemos entender que películas como “El Señor de los Anillos”, entre otras, no son pura ciencia ficción como muchos creen. Mucho de lo que se puede contemplar en esa y otras películas es brujería practicada desde hace muchos siglos. Algo importante para comprender el contenido de esta película es el hecho de que las personas que practican la brujería, y las que practican el espiritismo dicen diferenciarse entre si principalmente por una cosa: Quienes practican la brujería no creen en la existencia de Satanás, y quienes practican el espiritismo creen y buscan el contacto con Satanás.
Cuando a alguien se le introduce en la brujería, se le enseña que existe una “fuerza”. Esa “fuerza” tiene dos vertientes que pueden ser controladas por encantos de magia, ciertas palabras secretas, pócimas, anillos, amuletos y otros artilugios. Quienes practican la brujería piensan que hay magia que es positiva (blanca) y magia negativa (negra), y que el bien siempre triunfa sobre el mal. Los brujos y brujas enseñan que las batallas siempre se pelean en el centro de la tierra, en un plano astral, causando variaciones por encima y por debajo de ella. Por ello, la brujería establece que el bien debe triunfar sobre el mal, aunque no son capaces de entender que tanto la magia blanca como la negra están bajo el control de Satanás.
J.R.R. Tolkien nació en Sudáfrica pero, después de la muerte de su padre, su madre volvió a Birmingham, Inglaterra, con sus hijos donde se convirtió al catolicismo. Pronto se convirtió en un prodigio y aprendió alemán, francés, latín, y griego clásico. En ciertas ocasiones era capaz de expresarse en Gótico, una forma antigua de alemán. También era capaz de hablar en galés y anglo-sajón medieval. Incluso el mismo llegó a desarrollar alguna lengua. A una de esas lenguas la llamó Elvish. El dijo que toda la historia de “El Señor de los Anillos” la escribió a partir de una lengua que él inventó. El llegó a decir mientras escribía esta obra:
“Mi trabajo se ha escapado de mi control, he producido un monstruo”. Y también dijo: “…esta cosa parece que se escribe sola una vez que comienzo…” (1)
Da la impresión de estar hablando de lo que algunos llaman “escritura mecánica” en la que el autor, en un momento dado, pierde la conciencia de lo que escribe, y se somete a la inspiración de otro “poder” que es quien realmente escribe. Los cristianos creemos que ese poder proviene de Satanás.
Tolkinen creía que Dios había creado el universo pero que su obra no fue completa, y que había dejado la creación a medio terminar, para dedicar el resto de su esfuerzo a una serie de dioses menores o “sub-creadores”. En otras palabras, Tolkinen inventó una jerarquía de deidades que desafía las advertencias bíblicas en contra de la idolatría.
Este hecho nos ayudará a comprender y evaluar mejor el mensaje del autor. Esos dioses menores en los que Tolkinen creía pudieran encajar bien con los dioses de la mitología celta y escandinava por la cual este hombre sentía una gran fascinación. Entre esos dioses podríamos encontrarnos con Ilúvatar (Padre de todo) con sus quince seres subordinados, Manwe, Melkor, Ulmo e Irmo, entre otros.
La primera parte de la trilogía fue estrenada en los cines el 19 de diciembre del 2001. La segunda parte, titulada “Las Dos Torres” fue estrenada el 18 de diciembre del 2002. La tercera parte se titula “El Retorno del Rey”, y se estrenó el 17 de diciembre. Obviamente, los cristianos esperamos el retorno de nuestro Rey Jesús pero no es al que hace referencia la película.
Nosotros sabemos que antes de Jesús vendrá otro falso rey. El dato interesante de las tres películas es que todas ellas fueron estrenadas en un día festivo en el calendario de la brujería llamado el sábado de Yule. Los eventos especiales que ocurren en este mundo y que están bajo el dominio de Satanás suelen ocurrir en días especiales de ese calendario. Nada es casual para ellos.
John Ronald Reuel Tolkien, buscaba siempre inspiración en las horas próximas a la medianoche. Este hombre empleó 12 años de su vida en escribir estos libros, y sacó a la luz su obra en el año 13. (Recordemos que el 13 es el número de mayor poder dentro del ocultismo) A Tolkien se le llegó a conocer como el “Maestro del Centro de la Tierra”. Esta era una tierra habitada por duendes, hombres muertos, hechiceros, enanos, y seres grotescos. El héroe de la historia es Frodo Baggins.
Frodo es un ser de un metro de altura, con orejas puntiagudas, pies peludos y que lleva un objeto maldito consigo. Ese objeto maldito es un anillo de oro al que se le atribuyen terribles poderes y que debe ser destruido lanzándolo en el fiero abismo de la misma montaña donde fue forjado. Si Frodo falla en su cometido, el anillo puede pasar a manos de un hechicero perverso llamado Sauron, y el mundo entero entrará en una era de eterna oscuridad bajo el señor de la oscuridad.
El anillo tiene una inscripción en la cual está escrito un mensaje en el lenguaje de brujería runa. Recordemos que las runas son reales y que se usan en el ocultismo. Las runas interpretan el mensaje del anillo como sigue: “Un anillo para gobernar a todos, un anillo para encontrarlos, un anillo para traerlos y atarlos a la oscuridad”. No es casualidad que haya un gobernante en este mundo que lleve en su mano una copia exacta de este anillo. ¿Sabes quien es? George W. Bush, presidente de los EE.UU. (¿?)
Hay mucha blasfemia en las obras de Tolkien, tal y como la muerte y resurrección de brujo Gandalf, que cae en lo más profundo del infierno pero vuelve transformado y más fortalecido que nunca. Hay cristianos engañados que creen que este personaje es un tipo de Jesucristo. Pero según el mismo Tolkinen:
“Gandalf no es, por supuesto, un ser humano. No hay término moderno para describir que es. Yo diría que el era un `ángel´ encarnado”. (2)
Y sigue diciendo: “Gandalf realmente `murió´ y fue transformado…`Yo soy Gandalf el Blanco, el que ha vuelto de la muerte´”. (3)
Este “ángel” encarnado no encajaría muy bien en los ángeles celestiales que la Biblia presenta, pero si cuadra en la jerarquía de “ángeles” y maestros ascendidos del sistema espiritual de la Teosofía. Este movimiento fundado por Helena Blavatsky es una mezcla de hinduismo y ocultismo occidental que recibió sus doctrinas de los “maestros ascendidos” o guías espirituales como Djhwal Khul que canalizó sus mensajes a la médium Alice Bailey.
Para Tolkinen, los duendes y brujos disfrutan de la certeza de una vida eterna incondicional, lo que no ocurre con los seres humanos. En vez de la esperanza de la vida eterna a través de Jesucristo, el mundo creado por Tolkinen ofrece una reencarnación, pero sólo para un grupo de selectos. Esta creencia desafía la Palabra de Dios ya que en ella encontramos que “está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio”. (Hebreos 9:27)
Sobre todos los engaños, hay uno que se deja entrever en esta obra, y es el sincretismo religiosos que pretende promover. El sincretismo se define como: “reconciliación de diferentes creencias, tanto filosóficas como religiosas…combinación de diferentes creencias”. (4)
Pero la Biblia prohíbe tajantemente “reconciliar” las creencias, métodos y doctrinas de Dios con las de Satanás. Esto es exactamente lo que algunos autores cristianos están intentando hacer cuando dicen que en esta serie de películas se puede encontrar tanto a Dios como a Jesucristo. Es por ello que “esta película ha sido capaz de unir a personas tan dispares como filósofos neopaganos y cristianos evangélicos”. (5)
Las películas abundan en imaginería bíblica, pero sin hacer referencia explícita alguna a Dios o Jesucristo. Esta ambigüedad ha dado pie a muchos paganos a pensar que en la Biblia también podemos encontrar dioses, espíritus, y otros personajes míticos y paganos. También hacen mención aun Dios, pero sin menciones explícitas a los atributos bíblicos de Dios, la crucifixión o la resurrección. Por ello, tanto los cristianos como los paganos pueden interpretar que ese Dios tan ambiguo es el Dios en el que ellos creen, creando de esta forma un solo Dios tanto para cristianos como paganos.
Como podemos ver, el “Cristianismo” de J.R. Tolkien ha sido entrelazado con el paganismo, la mayor perversión del sincretismo espiritual. Pero muchos cristianos hoy en día piensan que no hay ningún peligro en el hecho de conjugar cristianismo y paganismo o mitología, a pesar de que la Biblia diga lo contrario. (2ª Corintios 6:14-17) Hoy el sincretismo ha llegado a tal grado, que los dirigentes espirituales están siendo llevados por falsos caminos espirituales sin darse cuenta del peligro.
Hay personas como el vicepresidente de “Focus on Family” que está aceptando y apoyando las obras de Tolkinen a través de su libro “Encontrando a Dios en el Señor de los Anillos”. Esta mezcla de paganismo con cristianismo de los líderes conservadores cristianos está llevando a los cristianos a la completa confusión y perversión espiritual. El propio hecho de lo que ahora está sucediendo es prueba de que nos encontrados al borde del fin de la historia de la humanidad.
Si comparamos los libros y películas de Harry Potter con las de “EL Señor de los Anillos” veremos que las historias de Harry Potter son más sencillas, y con una influenza especialmente sobre niños y adolescentes. En cambio, la mitología de Tolkinen alcanza a toda edad y clase social. En las dos historias aparecen magos, hechizos y criaturas místicas. En las dos se nos presenta la batalla entre el mítico “bien” y el mal. Ambas describen como la magia “blanca” vence al final al mal. La diferencia es que en Harry Potter la magia “blanca” está asociada a ciertas prácticas ocultistas, que nada tienen que ver con el cristianismo.
En cambio, Frodo, el héroe de “El Señor de los Anillos”, vive en un mundo que supuestamente refleja cierta verdad bíblica a través de un amor que pretende ser como el de Jesucristo. Se presenta a Frodo soportando un sufrimiento que algunos consideran como el de Jesucristo. Otros creen que el sacrificio del mago Gandalf es una tipificación de la crucifixión. Si es que es así, ¿nos enseñan estos ejemplos algo sobre la verdadera redención de Jesús por la humanidad? O ¿será que este “evangelio” es una distorsión del mensaje Bíblico?
Dado que Tolkinen niega cualquier vínculo entre su mundo místico y la verdad de la Biblia, no tiene sentido alguno equiparar las historias de Tolkinen con la Biblia. En estas historias, igual que en “La Guerra de las Galaxias” o “Harry Potter”, se presentan dos bandos que luchan entre sí, “la batalla entre el bien y el mal”. En esa batalla, disputan la magia blanca contra la magia negra, y en ambos bandos hacen uso de prácticas ocultistas, algo declaradamente prohibido por Dios. (Deuteronomio 18:9-12)
Hace unas décadas atrás, la brujería y el espiritismo eran prácticas rechazadas por la sociedad en general, y practicadas en secreto. Hoy vemos como estos instrumentos de Satanás están siendo aceptados de tal manera que han llegado a ser moda entre niños, jóvenes y adultos. Nadie como Tolkinen y sus obras ha conseguido que esto fuera posible. El ha sido uno de los mejores instrumentos del enemigo de los cristianos para no sólo engañar al mundo sino también a ellos mismos.
¿Estamos, como cristianos, preparándonos para hacer frente a los ataques de este enemigo en este último tiempo? ¿Estamos protegiendo a nuestras familias para que engaños como este no nos alcancen?
Que Dios nos ayude a encontrar a nuestro Salvador Jesucristo no en el misticismo y espiritismo de los libros y películas que cada día abundan más, sino en el evangelio de Jesucristo.
Juan Torrontegui