Cuando nos demos cumplida cuenta de nuestra propia pecaminosidad, apreciaremos a cristo... No ver el marcado contraste entre cristo y nosotros significa que no nos conocemos. Aquel que no se aborrece a si mismo, no puede comprender el significado de la redención... Hay muchos que no se ven a si mismos a la luz de la ley de Dios. No detestan el egoísmo, y por tanto, son egoístas.