Cada acto de nuestra vida afecta a otros para bien o para mal.
Dondequiera que se emplee el poder del intelecto, de la autoridad o de la fuerza, y no se manifieste la presencia del amor, los afectos y la voluntad de aquellos que procuramos alcanzar, asumen una actitud defensiva y rebelde, y se refuerza su resistencia.
Las malas acciones perpetradas por los que creen en la verdad, causan gran debilidad a la iglesia.
Dejáis constantemente impresiones favorables o desfavorables a la religión de la biblia en el animo de todos aquellos con quien tratáis.
El argumento mas poderoso en favor del cristianismo es una vida semejante a la de cristo, mientras que un cristiano vulgar hace mas daño en el mundo que un mundano.
La vida de los que profesan ser cristianos sin vivir la vida de Cristo es una burla para la religión.
Nuestro Salvador pasó la mayor parte de su vida terrenal trabajando pacientemente en la carpintería de Nazaret. Los ángeles ministradores servían al Señor de la vida mientras caminaba con campesinos y labradores, desconocido y sin honores. El estaba cumpliendo tan fielmente su misión mientras trabajaba en su humilde oficio como cuando sanaba a los enfermos y andaba sobre las olas tempestuosas del mar de Galilea. Así, en los deberes más humildes y en las posiciones más bajas de la vida podemos andar y trabajar con Jesús.